A mi amado Padre
Gracias por Enseñarme lo que es
la Bendición del Amor y de la Alegría
la Bendición del Amor y de la Alegría
Este duelo que estamos viviendo por la muerte de mi Papá
como familia y como personas, lo que siente mi mamá, mi hermano y yo, lo que
sentimos, pensamos, hablamos y vivimos los tres como familia, este dolor, esta
ausencia, este cambio, sólo lo podemos vivir y sentir nosotros tres que vivimos
con mi padre toda la vida y somos quienes sentimos en cada instante y en cada
momento el enorme vacío que dejó.
Cuando se va una persona de nuestro círculo sagrado de amor,
de nuestra familia, una persona que amamos con y desde nuestras entrañas, ese
conjunto de emociones, sentimientos, percepciones, pensamientos y demás solo lo
puede sentir esa familia que vivió, compartió y amó al ser querido que se fue.
Lo más valioso y hermoso de la vida de mi papá le llegó a
los 43 años cuando se atrevió a formar de nuevo una familia, cuando sentó
cabeza y crió junto con mi mamá dos hijos, que los vio crecer y los disfrutó en
sus diferentes etapas: en la niñez, la adolescencia, la juventud, como adultos
y parte de la madurez, esta familia de cuatro personas vivió y convivió junta
por 45 años. El tesoro de mi padre es esta familia, el gran amor que sintió por
ella y el gran amor que esta familia sintió y siente por él.
Este tiempo ha sido revelador porque me mostró realmente
quien nos apreciaba, quien nos respetaba, quien respeta nuestro duelo, quien
nos respeta como familia, quien nos respeta como dolientes, quien nos respeta como
personas y también el respeto que mi papá se merece.
Cuando uno tiene un amigo o una amiga la respeta, la
confianza no es para faltarle al respeto a la gente por el contrario, una
amistad o un amor cuando son verdaderos se fundamentan en el respeto, si lo que
hay es irrespeto: ni es amistad, ni es amor, no es nada.
Esta realidad dolorosa de la partida de mi papá también ha
revelado quienes sinceramente nos aprecian y nos respetan y preferimos calidad
a cantidad, de mi parte tengo muy claro desde que mi papá falleció el respeto
que mi grupo familiar merece tanto por cercanos o lejanos, así como nosotros
respetamos los espacios de las demás familias en la tristeza y en la alegría,
esperamos lo mismo de los y las demás.
Mi papá se fue sin estar atado a ninguna cosa material, sus
tesoros fuimos y somos mi hermano, mi mamá y yo.
Mi hermano, mi mamá y yo vamos sagradamente a visitarlo al
cementerio, le llevamos sus flores, le oramos, además todos los días oramos por
él, le hemos mandado decir sus misas, él se fue apaciblemente y esa paz tan
hermosa que tuvo, hemos querido preservarla desde su funeral que fue discreto y
sencillo y todo lo que hicimos y hemos hecho de nuestra parte ha sido con el
mayor amor, cariño y respeto hacia él y su memoria, recordando siempre su
inteligente sentido del humor y que su espíritu y su corazón estaba siempre de
fiesta y así queremos que siga siendo.
Los amigos y amigas de mi papá han sido realmente
maravillosos y sinceros, todos y todas han sido leales con mi padre, realmente
los amigos y amigas de mi padre, han honrado a mi padre y han honrado su
amistad incluso después de muerto. A estas amistades sinceras y leales, GRACIAS.
El
verdadero amor es aceptar, mi padre tuvo un pasado que aceptamos y mi padre
también tuvo un presente y un futuro que fuimos nosotros: mi mamá, mi hermano y
yo, fuimos su presente, su cotidianidad y su futuro y la familia con la cual
convivió durante sus últimos 45 años.
La mejor manera de honrar a mi Padre es ser FELIZ así como
lo fue ÉL y tener calidad de amigos, calidad de amor, calidad de vida, tener
amor propio, no se trata de cantidad, se trata de calidad.
La felicidad viene en varias presentaciones y cada quien
tiene su fórmula y su otra parte, lo importante es no perder el rumbo de la
felicidad, yo he decidido ser feliz hace rato y estoy viviendo este momento
triste sin renunciar a ser feliz.
Mi lema es vivir y dejar vivir, así como cada cual vive su
vida y yo no me meto, lo mismo espero de los y las demás.
La felicidad es: un camino, una opción, una actitud, una
decisión, una elección, la felicidad es un estado del alma y del corazón.
El amor propio, la felicidad y Dios están en el interior de nuestro ser, por eso dice la Palabra: Amar a Dios sobre todas las cosas y al Prójimo como a Uno Mismo.