Ayer, en la noche en el colectivo tuve la oportunidad de
presenciar un regalo divino: un joven y un señor mayor con sus tragos...
Este joven le cedió su silla a la hermana anciana del señor
mayor y habló con él todo el rato sobre poesía, luego le dijo algo maravilloso,
que lo más importante en la vida era el pensamiento positivo, sonreir y
agradecer las bendiciones de Dios...
El hombre mayor con sus tragos fue una persona que hizo que
este joven lo llevara con paciencia y con alegría, rieron todo el rato con los
pensamientos y ocurrencias del hombre mayor y la verdad hubo mucha sabiduría en
ese encuentro.
Le doy gracias a Dios por haber podido presenciar este acto
de bondad, paciencia y alegría y me encantó lo que dijo este joven realmente
para ser feliz hay que entrenar la mente en positivo y lo más bonito que en
lugar de renegar por tener una persona con sus tragos al lado, compartió con
este hombre y nos dio a todos y todas en el colectivo lo mejor de su alma: su
sonrisa y sus risas.