La mirada del asombro
Hace varios días fui hacer una actividad "autorizada" al Centro de la ciudad... se me parte el alma y el corazón...
Por momentos en el recorrido siento alegría al ver como
lucha la vida por resurgir, la vida no se puede reprimir, es una energía
poderosa que siempre busca la manera de expresarse.
Se me partió el corazón cuando ví el trasteo del clásico
Salerno (La Romana) en la carrera séptima en el centro de Bogotá, es que no me
lo puedo creer todavía...
Uno de los muchísimos negocios que se acabaron, un negocio que fue fundado en 1964 y se acabó en menos de 3 meses como pasó con muchos negocios y seguirá pasando si no retornamos a la normalidad.
En el Restaurante Salerno, trabajaban mujeres: mujeres cabeza de hogar, con niños y niñas, con familias compuestas por hombres y mujeres, personas trabajadoras con obligaciones como todo el mundo y así por arte de magia y sacado del sombrero del mago en menos de tres meses se acabó el negocio, el empleo y a la calle.
A Salerno fui muchísimas veces con mi padre, cuando estuve en la Universidad, un lugar tan cercano a mi gran afecto y cariño por el centro de la ciudad y a mi trabajo.
El "virus" + la "cuarentena de sanos" + la infinita estupidez de nuestros políticos o eso que en resumidas cuentas llaman Plandemia está destruyendo el pasado, el presente y el futuro de mi amada Colombia.
Y como Salerno son muchísimas las empresas, negocios y trabajos que desaparecieron... junto con las personas que se están yendo.
No comprendo porque en lugar de buscar la luz, se sigue en la oscuridad de no darle oportunidad a la vida.
Uno de los muchísimos negocios que se acabaron, un negocio que fue fundado en 1964 y se acabó en menos de 3 meses como pasó con muchos negocios y seguirá pasando si no retornamos a la normalidad.
En el Restaurante Salerno, trabajaban mujeres: mujeres cabeza de hogar, con niños y niñas, con familias compuestas por hombres y mujeres, personas trabajadoras con obligaciones como todo el mundo y así por arte de magia y sacado del sombrero del mago en menos de tres meses se acabó el negocio, el empleo y a la calle.
A Salerno fui muchísimas veces con mi padre, cuando estuve en la Universidad, un lugar tan cercano a mi gran afecto y cariño por el centro de la ciudad y a mi trabajo.
El "virus" + la "cuarentena de sanos" + la infinita estupidez de nuestros políticos o eso que en resumidas cuentas llaman Plandemia está destruyendo el pasado, el presente y el futuro de mi amada Colombia.
Y como Salerno son muchísimas las empresas, negocios y trabajos que desaparecieron... junto con las personas que se están yendo.
No comprendo porque en lugar de buscar la luz, se sigue en la oscuridad de no darle oportunidad a la vida.