Hay una canción tradicional:
Los cucaracheros que dice: el que a Bogotá no ha ido con su novia a
Monserrate, el que a Bogotá no ha ido con su novia a Monserrate no sabe lo que
es canela ni tamal con chocolate... este estribillo es lo más
real que se puede decir sobre Bogotá, el que no ha ido a Monserrate es como si
no hubiera estado en Bogotá.
Desde pequeña he escuchado
tantas historias sobre ir a Monserrate, si los novios van a Monserrate es
peleadera segura, sólo que si se convienen se casan y si no pues no hay
casorio. Otros dicen que en Monserrate se salan los noviazgos.
Una tía mía fue con él que hoy
es su esposo y se casaron, lo mismo una compañera de la universidad, en cambio
yo fui con mi ex y que peleas tan tenaces, es cierto, cada uno tomó su camino y
ni más, y la vida me ha mostrado que no me convenía y que Monserrate tenía
razón..
La primera vez que fui a
Monserrate, fui con una amiga y bueno salí de pelea con ella, no sé si
Monserrate tiene también efectos con los amigos!!!
En fin he ido muchísimas veces
con mi familia y amigos y ahí nos seguimos hablando y viendo las caras.
Lo cierto es que uno sube a
Monserrate a visitar al Señor Caído y de paso respira aire puro y observa
la ciudad desde este hermoso y privilegiado mirador, se ve esta
enorme metrópoli desde diferentes puntos, cada vez más grande y expandiéndose,
lo cierto es que a veces se ve gris, otras veces despejada, otras veces
azul, en fin se ve la ciudad de diferentes maneras de día.
Otra cosa es ir de noche a
Monserrate, he ido dos veces en navidad es sencillamente espectacular, la
decoración navideña del cerro, la Iglesia y ver a Bogotá llena de luces y
movimiento es algo que la verdad vale la pena ir.
Uno a Monserrate puede ir
caminando, lo que han hecho la mayoría de los bogotanos, yo que soy una floja
para eso de subir montañas, siempre subo en el teleférico o en el
funicular.
También a Monserrate se va
a galgear, a mí me encanta comer cuajada con bocadillo y tomarme un canelazo o
ir almorzar al restaurante Santa Clara para deleitarse con comida típica
colombiana y bogotana, el mejor ajiaco de Bogotá, está allá arriba en
Monserrate.
También hay un restaurante
de comida internacional el San Isidro, si queremos sentirnos
comiendo en Europa estando en Bogotá, ir al San Isidro es una buena opción
para disfrutar de una comida exquisita y deliciosa viendo a nuestra
querida Bogotá.
Quiero ir de nuevo a Monserrate
espero que los señores dueños de lo ajeno, esas malas personas que van a
robarse las cosas de la gente y sobre todo la tranquilidad, respeten este lugar
que es un santuario, un lugar que le ofrece a la gente de
Colombia y a los extranjeros una experiencia amable y de paz, Monserrate
es un lugar que todos los días a todas horas le ofrece a los
extranjero una imagen positiva, verde y urbana de Bogotá y es algo
que desmonta esa mala imagen que tenemos los colombianos en el exterior.