martes, 30 de junio de 2020

Mi alma llora por Salerno...

LA ROMANA: CARRERA 7, Bogotá - Menú, Precios y Restaurante ...


La mirada del asombro

Hace varios días fui hacer una actividad "autorizada" al Centro de la ciudad... se me parte el alma y el corazón... 

Por momentos en el recorrido siento alegría al ver como lucha la vida por resurgir, la vida no se puede reprimir, es una energía poderosa que siempre busca la manera de expresarse.

Los colombianos somos un pueblo de luchadores, de gente trabajadora, de gente que ha caído y se ha levantado de nuevo desde lo innombrable...

Sentí una alegría enorme cuando leí a Michael Levitt... no estoy sola, no soy la única que piensa que fue una desproporción (John Ionanidis, Pablo Goldschmidt, Sucharit Bhakdi) era sencillo protegernos, cuidarnos y auto cuidarnos, transformar algunos hábitos mientras dura y pasa la pandemia, más una cuarentena larguísima, draconiana de sanos¿?.

Se me partió el corazón cuando ví el trasteo del clásico Salerno (La Romana) en la carrera séptima en el centro de Bogotá, es que no me lo puedo creer todavía... 

Uno de los muchísimos negocios que se acabaron, un negocio que fue fundado en 1964 y se acabó en menos de 3 meses como pasó con muchos negocios y seguirá pasando si no retornamos a la normalidad.

En el Restaurante Salerno, trabajaban mujeres: mujeres cabeza de hogar, con niños y niñas, con familias compuestas por hombres y mujeres, personas trabajadoras con obligaciones como todo el mundo y así por arte de magia y sacado del sombrero del mago en menos de tres meses se acabó el negocio, el empleo y a la calle. 

A Salerno fui muchísimas veces con mi padre, cuando estuve en la Universidad, un lugar tan cercano a mi gran afecto y cariño por el centro de la ciudad y a mi trabajo.

El "virus" + la "cuarentena de sanos" + la infinita estupidez de nuestros políticos o eso que en resumidas cuentas llaman Plandemia está destruyendo el pasado, el presente y el futuro de mi amada Colombia.

Y como Salerno son muchísimas las empresas, negocios y trabajos que desaparecieron... junto con las personas que se están yendo.

No comprendo porque en lugar de buscar la luz, se sigue en la oscuridad de no darle oportunidad a la vida.