lunes, 11 de mayo de 2020

El centro de Bogotá: por favor lavarlo, desinfectarlo y aromatizarlo


El centro de Bogotá hay que lavarlo, desinfectarlo y aromatizarlo.

Lo primero es lavar con jabón en polvo unas tres veces todas las calles, y luego pasar con clorox para desinfectar y luego lavar con jabón antibacterial con aroma para que huela a rico el centro de Bogotá.

También debe existir la obligación de lavar las fachadas de los edificios por lo menos 1 vez cada 5 años.


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E invertir en tecnología para limpiar y barrer que esté pasando todos los días permanentemente por todas las calles del centro barriendo y levantando el mugre y además tener a unas personas que estén pendientes del eje ambiental que lo limpien y  que la gente tome conciencia y deje de botar basura en la calle, en las plantas, en el agua y colocar unas cámaras de video para grabar y poder multar a l@s sinverguenzas que creen que el centro además de ser un baño público, también es un basurero público.

Cuando la gente se manifiesta: otro basurero, cuando pasa una fecha importante: otro basurero.

En el 2008 tuve la oportunidad de estar en la marcha del orgullo LGBT en el Centro Histórico de Madrid (España) y toda esa basura de papel, confetis y serpentinas lo recogieron en cinco minutos, en cinco minutos el Centro Histórico de Madrid quedó inmaculado.


Igualmente no promover la inseguridad y ese hogar de paso que son todos los andenes de la carrera séptima entre 9 de la noche y 7 de la mañana donde se ubican más de cincuenta indigentes.

La calle 26 también está llena de indigentes durmiendo en la calle.

Tengo entendido que hicieron hogares de paso, para pasar la noche y pernoctar para que los indigentes no duerman en la calle y que los reciben incluso con sus mascotas.

Parece el centro de Bogotá después de las 9 de la noche una película de zombies.

El día domingo es un completo relajo que no se puede ni caminar, ni ingresar a los sitios de vivienda o de trabajo con el mercado de las "pulgas" o mejor mercado de basura.

Además se están robando los adoquines y la peatonal carrera séptima es un completo relajo humano y sobre todo es la zona con mayor contaminación auditiva de la ciudad, el ruido se pasa de los decibeles permitidos.

Que sacan con ponerle piso nuevo en mármol, plantas nuevas, tumbando los árboles que demoran años en crecer para que continúe siendo un orinal público con ese olor y ese relajo no tiene sentido.

Ha perdido mucho el Centro de Bogotá como atractivo turístico, histórico y comercial, después de esta pandemia del COVID 19, por favor que se conduelan del Centro de Bogotá, de riqueza arquitectónica, histórica y cultura.

Esos olores promueven infecciones respiratorias, si se cae una persona en un andén los riesgos de contraer una infección son enormes, la basura promueve criadero de moscas y ratas.

Como es posible que a las siete de la noche los días sábados todo esté cerrado.

Se acabó el septimazo, mis padres me contaban que se podía caminar de noche, era seguro, se miraban vitrinas, se hacían compras, era todo un programa caminar la séptima por la mañana, al mediodía, por la tarde y por la noche.

Se acabó la vida cultural y nocturna del centro de Bogotá el sábado en horas de la noche.

Me cuenta un amigo ecuatoriano que el centro histórico de Quito tiene vida, seguridad, limpieza, belleza las veinticuatro horas del día.

Lima está despierta a las 10:00 de la noche.

El tema de la iluminación: el centro debe estar iluminado, La Candelaria iluminada, el túnel y los puentes de la Calle 26 iluminados...

El tema de la seguridad: después de las nueve de la noche no se ve un Policía.

En fin, da tristeza la inconsciencia que hay respecto a la importancia de cuidar, apreciar y valorar nuestro centro histórico como atractivo cultural, histórico, turístico y comercial.

Un ejemplo de ello es ese adefesio desocupado de no se cuantos pisos que autorizaron construir en la Calle 19. La Calle 19 desde lo arquitectónico corresponde a una época específica de la ciudad a quien se le ocurre tumbar el antiguo edificio Bacatá.

Que se promueva una cultura del ASEO, de la LIMPIEZA por parte de la Administración y de todas los ciudadanos y ciudadanas.

Queremos un centro de Bogotá humano, seguro, limpio, iluminado que CONSERVA, MANTIENE RESTAURA Y EMBELLECE LO HISTÓRICO.

Tenemos raíces indígenas, negras y también raíces españolas, somos un crisol de culturas.

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