domingo, 13 de marzo de 2011

Pensamientos previos a mi primer viaje


Ya sé que debo salir de aquí, tanto metro me está haciendo daño, ha sido demasiado subterráneo, no he podido descubrir a que horas son las comidas, no sé a que horas se desayuna, a que horas se almuerza y a que horas se come en Madrid.

Solo he comido frutas y mucho empacado, desde mi adolescencia no había vuelto a comer: chitos, aquí se llaman cheetos.

Comí bien en Gernika, allí comen como los Dioses, que viaje! se me quitó la gripa de una. Allí hay una energía sanadora.

Viajar en tren fue maravilloso, el País Vasco es hermosísimo y ver las montañas y verde me hizo bien.

Gernika la ciudad de los Sabios, allí saben mucho sobre paz, arte y reconciliación, allí me sentí feliz.

Este fin de semana en Madrid no tomé el metro, he tomado el autobús, más caro, no importa, en el Real Jardín Botánico me reconcilié con la ciudad.

He llegado tarde a la estación de autobuses de Méndez Álvaro, igual me voy para Granada es lunes, ya tarde, igual me voy, no sé qué me espera, igual sé que huyo de Madrid.